El Informe Global de Competitividad, publicado por el World Economic Forum (WEF), coloca a nuestra educación primaria en el último lugar de los 131 países evaluados, y a nuestra educación en matemática y ciencia en el puesto 130.
Hay que hacer algo. Esta semana debe debatirse en el Congreso de la República el Proyecto de Ley de Presupuesto 2008, y hay graves omisiones en el presupuesto destinado a Educación.
Según la Resolución Suprema Nº 001-2007-ED, firmada por el presidente Alan García, el gobierno se compromete a un: "Incremento sostenido del presupuesto educativo hasta alcanzar no menos del 6% del PBI al año 2012". Pero la participación de la Educación en el Presupuesto Nacional viene disminuyendo durante este gobierno en lugar de aumentar: 17.0% el año 2006, 16.2% el 2007, y 15.9% para el próximo año, de acuerdo al Proyecto de Ley de Presupuesto Público 2008.
El gobierno ha asumido el compromiso de introducir en la gestión un presupuesto por resultados, para mejorar los logros de aprendizajes de niños y niñas al finalizar el segundo grado de primaria, sobre todo de aquellos que viven en las áreas más pobres. Pero en el proyecto de presupuesto se recorta en 39% el monto solicitado por el Ministerio de Educación para avanzar en el programa estratégico de Logro de Aprendizaje: de los S/.982.2 millones solicitados solo se asignan S/.592.7 millones. Tampoco se atiende la demanda de los gobiernos regionales de una ampliación presupuestal de S/.131 millones para complementar este esfuerzo. No se consideran, asimismo, los S/.23 millones necesarios para poner en funcionamiento el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace). Se trata de una grave omisión, porque no hay manera de mejorar la calidad de la educación superior peruana si no se pone orden en el desastre provocado por el fujimorismo, al propiciar la creación indiscriminada de universidades que en muchos casos son simples fábricas de títulos sin valor.
Asimismo, ha dejado de garantizarse las 11 prioridades por la infancia en la Ley de Equilibrio Fiscal y en la Ley de Presupuesto. No habrá resultados si no hay continuidad. No se dan, tampoco, los recursos necesarios para poder incorporar suficientes maestros a la nueva ley de Carrera Pública Magisterial.
La venta de recursos naturales puede brindar recursos para invertir en nuestro desarrollo. Hoy el recurso decisivo para insertarse en la nueva economía mundial es el capital humano. No invertir en educación es un crimen contra el Perú y especialmente contra los jóvenes, cuyo porvenir depende de la calificación que pueda brindarles su país.
Hay que hacer algo. Esta semana debe debatirse en el Congreso de la República el Proyecto de Ley de Presupuesto 2008, y hay graves omisiones en el presupuesto destinado a Educación.
Según la Resolución Suprema Nº 001-2007-ED, firmada por el presidente Alan García, el gobierno se compromete a un: "Incremento sostenido del presupuesto educativo hasta alcanzar no menos del 6% del PBI al año 2012". Pero la participación de la Educación en el Presupuesto Nacional viene disminuyendo durante este gobierno en lugar de aumentar: 17.0% el año 2006, 16.2% el 2007, y 15.9% para el próximo año, de acuerdo al Proyecto de Ley de Presupuesto Público 2008.
El gobierno ha asumido el compromiso de introducir en la gestión un presupuesto por resultados, para mejorar los logros de aprendizajes de niños y niñas al finalizar el segundo grado de primaria, sobre todo de aquellos que viven en las áreas más pobres. Pero en el proyecto de presupuesto se recorta en 39% el monto solicitado por el Ministerio de Educación para avanzar en el programa estratégico de Logro de Aprendizaje: de los S/.982.2 millones solicitados solo se asignan S/.592.7 millones. Tampoco se atiende la demanda de los gobiernos regionales de una ampliación presupuestal de S/.131 millones para complementar este esfuerzo. No se consideran, asimismo, los S/.23 millones necesarios para poner en funcionamiento el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace). Se trata de una grave omisión, porque no hay manera de mejorar la calidad de la educación superior peruana si no se pone orden en el desastre provocado por el fujimorismo, al propiciar la creación indiscriminada de universidades que en muchos casos son simples fábricas de títulos sin valor.
Asimismo, ha dejado de garantizarse las 11 prioridades por la infancia en la Ley de Equilibrio Fiscal y en la Ley de Presupuesto. No habrá resultados si no hay continuidad. No se dan, tampoco, los recursos necesarios para poder incorporar suficientes maestros a la nueva ley de Carrera Pública Magisterial.
La venta de recursos naturales puede brindar recursos para invertir en nuestro desarrollo. Hoy el recurso decisivo para insertarse en la nueva economía mundial es el capital humano. No invertir en educación es un crimen contra el Perú y especialmente contra los jóvenes, cuyo porvenir depende de la calificación que pueda brindarles su país.
m.galvez