jueves, 29 de noviembre de 2007

Cuatro mil dólares de PBI per cápita

Cuando dividimos el Producto Bruto Interno entre la población del país, obtenemos el PBI por habitante. En 1975, el PBI por habitante fue de 5,542 soles, en soles constantes de 1994. En el 2006, la cifra fue de S/. 5,822 anuales, con lo que por primera vez en estos 31 años se supera la cifra de 1975. Estas cifras las publica la Memoria Anual del Banco Central de Reserva.
Los 5,542 soles anuales de 1975 se parecen mucho a los S/. 5,365 del segundo gobierno de Belaunde en 1981. Pero al final del gobierno del arquitecto, en 1985, se dio un fuerte retroceso, en gran parte por la crisis de la deuda externa, que siguió en intensidad al Fenómeno del Niño de 1983.
1987 fue el mejor año del primer gobierno de García, con un PBI per cápita que casi igualó el mejor momento de Velasco (1975) y de Belaunde (1981). Pero una golondrina no hace verano y en 1989, antes del fujishock de 1990, se perdió todo lo ganado y el PBI per cápita retrocedió hasta S/. 4,055. En 1990 el PBI per cápita cayó más, a S/. 3,771.
El mejor año de Fujimori fue 1997, con S/. 4,784. Es decir, que en esos años de entrada masiva de capitales externos y de privatizaciones, que favorecen a todo gobierno, no se llegó a las cifras "gloriosas" de 1975, 1981 y 1987. A partir de 1998, el contagio de la crisis asiática y de la crisis rusa, así como, dentro del Perú, el mal manejo de los capitales de corto plazo (su salida en estampida, más de 8% del PBI en 45 días) secó la liquidez, rompió la cadena de pagos y provocó la recesión.
A partir del 2002 recomenzó el crecimiento del PBI, habiendo aumentado en poco más de 30%, hasta el 2006 incluido. Así las cosas, en el 2006 el PBI per cápita llegó a S/. 5,822 de 1994, la cifra más alta desde 1950 a la fecha.
Hace pocos días el ministro Carranza tocó el mismo tema cuando dijo que en el 2007 tendríamos un ingreso de US$ 4,000 anuales per cápita, lo que se obtiene de dividir el PBI de US$ 110,000 millones entre los 28 millones de peruanos. Dijo el Ministro que esto estaba muy bien porque subiríamos en la categorización que hace el Banco Mundial.
Si dividimos los US$ 4,000 entre 12, el ingreso promedio mensual de cada peruano sería de US$ 330 o casi 1,000 soles mensuales. ¿Cómo? ¿Cada peruano, costeño, selvático o serrano, hombre o mujer, joven o anciano, incluidos los bebés, gana en el Perú 1,000 soles mensuales? ¿Pero si el sueldo mínimo, que no lo ganan todos, es de solo S/. 530/mes? No, pues. Sucede que la cifra es un promedio que permite, de una manera rápida, comparar a los diferentes países. EEUU, por ejemplo, tiene un per cápita de US$ 2,200 mensuales, mientras que Sudán apenas si llega a los US$ 20/mes.
Pero el promedio no dice nada sobre la distribución del ingreso dentro de cada país. En América Latina, incluido el Perú, la desigualdad es la mayor del mundo, superando incluso al Africa. Lo que quiere decir que pocos ganan mucho y muchos ganan muy poco. Es por eso que en el Perú, en promedio, la pobreza es 44%, pero en la Costa es 28% y en la Sierra es 63%. Lo que es peor: en estos años de crecimiento, se ha agravado la pobreza en varios departamentos de la Sierra Sur.
Más: la participación salarial en el PBI cayó de 25 a 21.8% en estos años de crecimiento, mientras aumentó la participación de los excedentes de explotación de 58.7 a 62%. El reto es, entonces, no hablar de cifras de ingreso per cápita de US$ 4,000 en promedio, sino de crecer redistribuyendo, disminuyendo la desigualdad. Lo que implica replantear el actual modelo económico, con el cual se crece (en estos años de vacas gordas) pero no se redistribuye.
H.C.
Prensa escrita

Lo que no se quiere oír

La encuesta de Apoyo publicada el último domingo por el diario El Comercio proporciona datos interesantes que corren el riesgo de pasar desapercibidos por no tener directa relación con los porcentajes de aprobación presidencial.
Por ejemplo, resulta significativo que, cuando a los encuestados se les pregunta qué debe cambiar de la política económica, las tres opciones más elegidas (se trata de un cuestionario cerrado) se relacionan directamente con las condiciones de vida: "El crecimiento económico debe alcanzar a los más pobres" (48%), "El Estado debe controlar más los precios" (37%) y "Se debe aumentar los sueldos y beneficios" (36%).
La respuesta que concita más acuerdo manifiesta un claro deseo de que más personas participen del pregonado crecimiento económico del país.
No es una respuesta "antisistema" ni de tono marginal. El mensaje es, en este sentido, rotundo: más gente debe sentarse a la mesa, ya que se encuentra mejor servida.
Las otras dos opciones más elegidas están ligadas a cómo los encuestados piensan que es factible alcanzar el objetivo central de vivir mejor, es decir, a las políticas: "El Estado debe controlar los precios" y "Se debe aumentar los sueldos y salarios". En ambas, el papel del Estado es clave o, al menos, importante. La primera refleja, además, que el reciente aumento de precios de algunos productos de primera necesidad se hizo sentir. La segunda lleva a colegir que para los encuestados es fundamental que el Estado y los privados paguen mejor.
La mayoría de las respuestas que siguen en el orden de preferencias -"Disminuir los impuestos" (35%), "El Estado debe realizar más obras" (32%) o "El Estado debe emplear a más trabajadores" (24%)- apuntan en la misma dirección: la gente quiere señales claras y directas de una redistribución más justa y eficiente del ingreso.
Las respuestas vinculadas a "Qué instancia del Estado le sirve más" son un golpe directo a los funcionarios del gobierno nacional, sobre todo del MEF, que tratan con soberbia a las autoridades subnacionales: la mayoría elige a la municipalidad distrital (32%); le siguen las municipalidades provinciales (20%) y los gobiernos regionales (16%). En cuarto lugar, a considerable distancia, ubican al gobierno nacional (Poder Ejecutivo), con un escaso 7%.
Las respuestas sobre el diseño futuro del poder estatal tampoco dejan dudas. Ante la pregunta "¿A qué instancia del Estado le daría más poder en el futuro?", la mayoría responde que al gobierno regional (27%), y el gobierno nacional ocupa nuevamente el cuarto lugar (10%).
A pesar de las campañas del Poder Ejecutivo por desprestigiar a los gobiernos subnacionales, para la población (incluida la limeña), el futuro rediseño del Estado los debe tener como protagonistas centrales.
S.P.
Prensa escrita.

Lo que es bueno no ignorar

¿Sabía que.? Estados Unidos es, probablemente, el único país del mundo cuyo banco central es privado, y no es posible comprender la crisis financiera actual y el aumento del abismo que separa a los ricos de los pobres sin tomarlo en cuenta. Un consorcio de 12 grandes bancos de EE.UU. constituye el sistema de la Reserva Federal (FED), imprimen dólares y su cliente principal es el Gobierno. Se caracteriza por manipular el sistema monetario y la crisis financiera más reciente, motivada por el pésimo manejo del crédito en el marco de un déficit presupuestario brutal, con repercusiones mundiales. La FED ha emitido una cantidad de billetes que supera las reservas de oro del país. En 1971, Richard Nixon canceló la relación oro/dólar y, desde entonces, el billete no está cubierto por el metal amarillo ni garantizado por el Estado.
¿Sabía que.? El funcionamiento de la FED es el siguiente: presta al gobierno los dólares que imprime a bajo costo contra obligaciones en títulos. Los bancos perciben los intereses anuales que estos devengan. La justicia de EE.UU. ha rechazado sistemáticamente las acciones civiles destinadas a anular la ley que creó la FED en 1913. John F. Kennedy intentó modificarla con un decreto presidencial. Poco después, fue asesinado. El primer acto de gobierno de su sucesor, Johnson, fue anular la orden en el avión que lo trasladaba a Washington desde Dallas, lugar del magnicidio.
¿Sabía que.? a) Según la Cepal, 224 millones de personas viven en América Latina y el Caribe con menos de dos dólares al día. De estas, 98 millones (19.49% de la población) se encuentran en situación de pobreza extrema, viviendo con menos de un dólar al día. b) La pobreza afecta a los niños y jóvenes (entre 0 y 17 años) en mayor medida que a los adultos. Alrededor del 44% de todos los niños latinoamericanos son pobres, en comparación con el 28.6% de los adultos. c) El 10 % más rico de la población de América Latina y el Caribe se queda con el 48% del ingreso total, mientras que el 10% más pobre solo recibe el 1.6%. d) Según el informe 'Observatorio de la Globalización 2003', en América Latina existen 22 billonarios cuyas fortunas representan un alto porcentaje del PBI de sus países.
¿Sabía que.? Se llamó 'Consenso de Washington' a la coincidencia de opiniones entre los diseñadores y gestores de la política internacional estadounidense y los organismos financieros internacionales, con sedes en la capital de EE.UU., como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Los acuerdos fundamentales que han regido las políticas financieras mundiales en los últimos 15 años son: reducción del papel del Estado en la economía, privatización de empresas estatales, eliminación de los déficit públicos y fijación de políticas cambiarias 'realistas'. De ese modo, Estados Unidos y esos tres organismos se han arrogado el derecho de dirigir las líneas económicas de las naciones del orbe, y quienes se nieguen a seguirlas no podrán disponer de préstamos o de financiamiento para un imaginario desarrollo.
S.P.
prensa escrita

Golpe a la justicia

La Sala Penal Especial de la Corte Suprema acaba de confirmar su inclinación política: ha dictado una sentencia demasiado benigna contra los ministros que acompañaron a Fujimori en el golpe de Estado del 5 de abril de 1992.
Sólo contra el general (r) Juan Briones se ha producido una pena que corresponde a todos los ministros: pena de cárcel efectiva de diez años. Sus colegas golpistas sólo reciben cuatro años de prisión condicional.
La sentencia castiga la rebelión contra el Estado y la ruptura de orden constitucional. Los ministros enjuiciados convalidaron el golpe con un decreto supremo que, entre otras cosas, disolvió el Congreso elegido por los ciudadanos.
En su momento y aún hoy muchos ven en el autogolpe de 1992 sólo un atentado contra las instituciones de la democracia formal. En realidad, fue un pronunciamiento con más alcances que ése.Puedo jactarme de que en el momento mismo del crimen precisé los propósitos de éste. Trabajaba yo en esa época en Antena Uno Radio –que es hoy CPN– y acababa de retirarme a dormir, aburrido con los programas de TV, cuando Cecilia Laca, directora de ese medio, me llamó por teléfono para informarme de lo que acababa de ocurrir y pedirme un juicio inmediato.
Dije sin vacilar: éste es un golpe militar que lleva como mascarón de proa a un presidente civil. Es un golpe de los militares genocidas comprometidos en la violación de los derechos humanos y con el narcotráfico.
Esa misma noche, clausuraron la radio. Creo que mi reflexión fue acertada. Mi percepción me permitió mantener una posición firme, que me ganó presiones y retiros del aire, y basada en el criterio de que, puesto que no estaban en juego sólo las formalidades democráticas, la lucha contra la dictadura debía acompañarse con la defensa de los derechos humanos y sociales, en particular de los trabajadores. Lo acertado de mi opinión se vio refrendado por los hechos. Pocas horas después del golpe, las fuerzas del orden asaltaron oficinas del Poder Judicial donde se conservaban expedientes contra narcotraficantes. Hay fotos e imágenes televisuales de cómo los documentos eran lanzados desde un balcón.
Eran las huellas digitales de Vladimiro Montesinos. Enseguida empezó la mayor ofensiva que se haya librado contra los derechos sociales. Fujimori anuló la jornada de ocho horas, el derecho a la seguridad social, al pago de horas extras, a las vacaciones; introdujo la precariedad laboral.
La faena antisocial, aplaudida por los grandes empresarios, ha sido proseguida por Alejandro Toledo y Alan García. Los oligarcas siguen aplaudiendo.
En ese proceso histórico hay que colocar el proceso judicial contra la banda ministerial de Fujimori. La corrupción y el abuso de siempre se dibujan en la sentencia benigna de la Sala Penal Especial.
D.C.L.
Prensa escrita

miércoles, 28 de noviembre de 2007

¿Qué estará haciendo la CIA?

Dicen que la más grande explosión no nuclear del planeta ocurrió en 1982, en territorio de la entonces viva Unión Soviética.
La víctima fue el gasoducto transiberiano que partía de Urengoi, en Siberia, atravesaba Kazajstán y terminaba en una planta que lo redistribuía hacia Europa Occidental.El estallido arrojó piezas de tubería a ochenta kilómetros de distancia y pudo ser fotografiado por satélites norteamericanos: un hongo anaranjado coronado por un penacho negro de miles de metros.
Los soviéticos sospecharon, desde el comienzo de las investigaciones, en un sabotaje, pero jamás pudieron probarlo.Al fin y al cabo, tenían razones para ser suspicaces: Ronald Reagan había dado carta blanca a la CIA para calentar la guerra fría a temperaturas de apocalipsis.
Era la época en que se ocupaba Grenada o Panamá, se armaba a Saddam Hussein para desangrar al régimen de Irán, se traficaba con drogas para favorecer a la contra nicaragüense o se actuaba a favor de los talibanes que más tarde Estados Unidos habría de matar desde el aire y con el menor riesgo posible. Eran los tiempos de las coordinaciones políticas entre Juan Pablo II y Vernon Walters, el enviado de Reagan que llegaba en un vuelo secreto Washington-Roma cada cierto tiempo. En esos diálogos el tema recurrente era “Solidaridad”, el sindicato que había nacido puro pero que a mediados de los 80 resultó financiado básicamente por la CIA con la mediación del papado.
La verdad del gasoducto soviético fue revelada en detalle años más tarde en un libro titulado “En el abismo: historia de un protagonista de la Guerra Fría”. Lo escribió Thomas Reed, el que fuera durante mucho tiempo jefe de las operaciones aéreas del espionaje estadounidense.
En ese libro Reed cuenta cómo la CIA “colocó”, a través de empresas canadienses que servían de tapadera, programas informáticos infectados que los soviéticos compraban con tanta avidez como torpeza. Y así, con un software malicioso programado para no delatarse de inmediato, los soviéticos armaron el complejo mando del gasoducto. Reed lo dice con todas sus letras: “El sistema que operaba las bombas, turbinas y válvulas estaba programado para enloquecer. Después de un intervalo de tiempo indicado, resetearía la velocidad de las bombas y la configuración de las válvulas para producir una presión muy por encima de lo que las juntas de la tubería podrían soportar…” El resultado fue desastroso para la ya arruinada economía de la URSS.No sólo eso. La CIA sembró la Unión Soviética de programas que eran vendidos por supuestos piratas informáticos. “Les vendimos seudosoftwares que dislocaban las fábricas, ideas convincentes pero fallidas para la aviación militar y la defensa aeroespacial”, añade Reed (la cita es de la periodista cubana Rosa Elizalde).
Cuando los soviéticos empezaron a hacer un recuento de los daños fue el momento que escogió Reagan para plantear el escudo defensivo llamado “guerra de las galaxias”. No había respuesta posible para ese jaque. Poco tiempo después, todo se desplomaba y Yeltsin, subido a un tanque de vodka, lanzaría la primera palada sobre el cadáver exquisito de lo que prometió ser el reino eterno del proletariado.Todas estas cosas me han venido a la cabeza pensando en el baño de sangre que la derecha boliviana está solicitando para librarse de Evo Morales. ¿De qué cosas conspiradas por la CIA nos enteraremos cuando sea demasiado tarde?
Yo he visto a la CIA en “El Mercurio” de Santiago, en la guerra civil de El Salvador, en la batalla de Managua. Sé lo que hicieron en Guatemala y en el Congo, en Cuba y en la Inglaterra de Wilson y Heath. ¿A cuántas plumas estarán afilando en Sucre? ¿Detrás de cuántas siglas cambas estará su zarpa? América Latina –lo adivino: ojalá me equivoque– asistirá impasible a la ejecución de la democracia boliviana. Una vez más.
C.H.
prensa escrita

La ideología del perro faldero

Si Alan García escribiera en las décadas del veinte o treinta, le daría la razón a los barones del azúcar, que en ese entonces representaban la gran inversión, y no a los trabajadores de la caña que protestaban por los contratos temporales y los bajos salarios, sin considerar que según la nueva doctrina, ahora descubierta, ésta es una actitud propia del hortelano, ya que siempre hay quienes tienen menos que un trabajo temporal y un mal salario.
Afirmaría también que la Cerro de Pasco Corporation hacía bien en correr su cerco por la pampa y arrebatarle sus tierras a las comunidades, que no las hacían producir como puede hacerlo una gran empresa extranjera. Y sostendría que la IPC estaba en lo justo al no querer pagar impuestos que desalientan la inversión. No habría, por tanto, motivo para formar el APRA, ese partido del hortelano con un programa que anunciaba la nacionalización de las tierras y las industrias, o la solidaridad con las clases y pueblos oprimidos, es decir con los perros enemigos de las inversiones. El civilismo hubiera seguido siendo el partido del crecimiento económico y la explotación de los recursos naturales, y los presidentes emblemáticos vendrían a ser Piérola, Pardo, Leguía, Benavides, Prado, Odría, Fujimori, García II, que nunca dejaron sin comer lo que les apetecía a las empresas extranjeras.
Si García pudiera hablar con Haya de la Torre, le diría que siempre fue un político del hortelano, porque a pesar de todos los virajes de la historia, mantuvo la tesis del Estado fuerte para regular la inversión, cuando era exactamente al revés: inversión fuerte y Estado sin regulación. O sea que cuando el viejo decía que por táctica había que aliarse con la derecha, su discípulo más ambicioso se preparaba para hacer del APRA un partido de derecha. Si Alan García tuviera que decir su opinión sobre la Constitución de 1979, que sostenía en campaña que iba a restituir si llegaba a ser elegido, seguro declararía que se trata de una Constitución del hortelano, porque se llena de derechos reconocidos, en vez de sostener que los derechos vienen con el tiempo, después del crecimiento.
Finalmente, si García pudiera verse cara a cara con el presidente del 85-90, es casi cantado que le diría: hasta hoy todos se preguntaban cómo fuiste capaz de hacer el peor gobierno de la historia, no sólo por la hiperinflación y la violencia, sino porque te peleaste con las empresas, con el FMI, con la derecha política y Vargas Llosa, y no nacionalizaste nada, ni redujiste la deuda, ni cumpliste con los agrarios, entre otras tantas cosas que anunciaste en tu gobierno. La explicación ahora está clara: la ideología del perro del hortelano te tenía atrapado. Pero ahora has cambiado a la ideología del perro faldero, e igual nada te sale bien, ni el Forsur, ni el Pacto Social, ni la Sierra Exportadora, ni ninguna cosa. Pero te aplauden. Ésa es la diferencia.
R.W.
prensa escrita

Justicia ciega y aprista

El doctor César San Martín, presidente de la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, es amigo fraterno de Santiago Fujimori y ahora juzga a Alberto Fujimori.

En los últimos días se ha discutido un proyecto de ley de Simplificación del Juicio Oral enviado al Congreso con las firmas del presidente Alan García y del premier Jorge del Castillo. Poco a poco ha quedado en claro que el doctor San Martín está vinculado a la redacción de esa propuesta. Por algo será.

Como se sabe, el proyecto, de ser aprobado, permitiría que Fujimori no acuda a las audiencias públicas e impediría que éste sea careado con Vladimiro Montesinos y otros de sus cómplices.

Se ha averiguado que el principal autor de la propuesta es el doctor Arsenio Oré Guardia, abogado de fujimoristas notables como Dionisio Romero, que fue favorecido por Montesinos en materias judiciales y económicas, y que ahora se declara admirador de los artículos de Alan García que, entre otras cosas, favorecen ¡oh sorpresa! negocios futuros de Romero.

Cuando, a raíz de la extradición de Fujimori, se difundió que San Martín presidiría la Sala de la Corte Suprema que iba a juzgar al ex dictador, hubo un coro de alabanzas a favor del magistrado. Este diario y este columnista fuimos los que entonces desentonamos.

Recordamos que ese magistrado, antiguo y estrecho amigo de Santiago Fujimori, formó parte de la Sala que en 2005 absolvió a Alberto Fujimori en el caso de corrupción por la compra de helicópteros M-17 y camionetas Mercedes-Benz. También precisamos que participó en la elaboración del informe encubridor que el régimen fujimorista remitió al Comité contra la Tortura de la ONU.

Poco después, San Martín se hizo notar por el fallo favorable a Jorge Baca Campodónico, el ex ministro de Fujimori que piloteó el rescate irregular del Banco Financiero.

García ha tenido el desparpajo de afirmar que el proyecto que ha remitido al Congreso no está destinado a favorecer a Fujimori. ¿Por qué, entonces, lo envía con carácter de urgente?

Sabido es que el alanismo controla las principales palancas del Poder Judicial, y que a través de éste favorece a genocidas y corruptos de la era Fujimori. Que todo un Presidente de la República pretenda ayudar a Fujimori en el proceso judicial y que asuma el papel de abogado de Moisés Wolfenson es un escándalo y una prueba. Una prueba de la alianza aprofujimorista que Alan García preside.

El doctor Santa María y su leal amigo Arsenio Oré confirman que en el Perú existe una ceñida trenza de Poder Ejecutivo, Poder Judicial, mayoría parlamentaria, banqueros nacionales y empresas transnacionales.Esa componenda es orgánicamente adversa a todo proyecto de democracia, justicia social y desarrollo económico. Es, por eso, contraria al Perú.

D.C.L.
Prensa escrita

promulgan ley 29137


martes, 27 de noviembre de 2007

A Contracorriente. Esquizofrenia

Los trabajadores y movimientos regionales protestan, demandan. Pero Alan García está en otra galaxia, en otro espacio-tiempo histórico, en Alanofujilandia. Allá los mineros son privilegiados: ganan buenos sueldos. No es que 2 de cada 3 están contratados por "services", con salarios diminutos, sin seguridad social ni responsabilidad de las transnacionales para las cuales laboran jornadas de 12 horas. No viven en lugares como La Oroya donde 99% de los niños tienen más plomo en la sangre por contaminación que lo que permite la OMS y 20% requiere atención médica según el MINSA. O los niños del Callao que absorben plomo de los depósitos de minerales del puerto y sólo 1 de cada 20 tiene niveles aceptables de plomo (Digesa). Donde habitan García y la SNM, los privilegiados obreros mineros no sufren de neumoconiosis y múltiples enfermedades laborales, y las comunidades campesinas no sufren contaminación ni escasez de agua. No existen los 466 mineros muertos en accidentes laborales entre enero 2000 y junio 2007, asfixiados, intoxicados o mutilados. Son privilegiados que demandan abusivos derechos, como en la huelga que emprendieron el 5 de noviembre, sin causa alguna porque "ganan bien". Además, en el Perú oficial las huelgas no comprometen a nadie, aunque si comparamos las horas hombre perdidas por paros y huelgas mineras el 2005 (115,952) con 7 meses del 2007 (1´212,344), vemos que se han multiplicado.

En Alanofujilandia, los docentes universitarios son unos vagos por reclamar que se cumpla la ley (de hace 24 años) que nivela sus sueldos con los del PJ o que exigen más presupuesto para educación superior y desarrollo científico, en este mundo del conocimiento y la globalización. Y los maestros de escuela son una panda de ignorantes por exigir mejores niveles escolares y más recursos cuando el último balance educativo mundial coloca al Perú en último lugar de 131 países evaluados. En esa galaxia, los educadores lo tienen todo y sus reclamos son políticos. ¿Quién puede protestar porque a la educación se le asigne 3% de lo que el país produce cuando el compromiso del AN, firmado por el APRA, era dedicar el 6%, como mínimo? Los agitadores. Sólo a ellos preocupa los impuestos que no pagan los más ricos y las transnacionales que se llevan nuestros minerales y riquezas a precio de huevo mientras no hay plata para educación o salud. Menos dinero aún para promover un desarrollo alternativo en las zonas cocaleras –en huelga desde el 29 pasado– porque en realidad –para Garcimori– no son sino narcos y no campesinos pobres.

Y la salud, en ese mundo, es del carajo: hospitales con médicos y enfermeras bien pagados y dedicados a tiempo completo, no numerosos profesionales contratados a plazo fijo y sin derechos. Y todos tienen ambulancias, pues es una ficción que no se puedan comprar ni ambulancias ni patrulleros porque las coimas son escandalosas. Si el Estado ha resuelto el tema entregando la capacidad de comprar al PNUD, organismo de la ONU que antes administraba el dinero de la planilla dorada de Fujimori para pagar en dólares a los ministros, asesores y altos funcionarios.
¡Eso es garantía de transparencia!

¿Quién es ese 91% de encuestados que cree que la corrupción es alta o muy alta en el Estado y ese 88% que ve inefectiva la política anticorrupción? ¿No ha ratificado el Rey su confianza en los ministros denunciados? En su fase maníaca, Garcimori simplemente no ve que está desperdiciando –por segunda vez– una oportunidad para el país: altos precios de nuestros productos de exportación; posibilidades de obtener recursos para educación, salud, infraestructura, apoyo al agro y a las PYMES; articulación en bloque latinoamericano que nos permita cambiar un modelo económico en el que hay crecimiento –en algunos periodos– pero no hay desarrollo ni mejora en la calidad de vida porque las minorías siguen concentrando la riqueza. La gente lo siente. En medio del boom económico solo 15% de los encuestados en Lima y Callao dice que la economía está bien o muy bien (6% menos que el año pasado) y 33.4% que está mala o muy mala (12% más que el año pasado). Casi 28% dice estar peor hoy que hace un año (lo que sube a 31 y 49% en los sectores D y E, los más pobres), mientras casi 28% (y un 48% de los más pobres) cree que el próximo año será peor: 17% más que hace un año. El piso se mueve: 68% de los encuestados ve la situación política poco estable o no estable (casi 10% más que el 2006).

En Alanofujilandia –donde el poder manipula la información y negocia, como Montesinos, los votos del Congreso por prebendas– nada se debe mover. La negación de la realidad es la mejor receta, sazonada con amenazas y demagogia. Pero las fuerzas de oposición alternativa, que quieren un nuevo Perú en una nueva AL, no pueden contagiarse de la ceguera. El país reclama una alternativa y no se está trabajando seriamente para construir una fuerza capaz de sacar adelante una opción posible: un nuevo gobierno con un nuevo camino, que reivindique nuestros recursos naturales, garantice nuestros derechos, promueva nuestros sectores fundamentales como el agro, las PYMES y el turismo, invierta en educación y salud, y rescate la ética y la transparencia en la política para que la gente controle a las autoridades que elige e intervenga en la definición de su destino. Ello exige unir fuerzas, caminar el país y levantar una esperanza de futuro que muchos hoy sienten imposible. Una luz al final del túnel y la convicción de que podemos salir de él son indispensables.
J.D.C.

A Contracorriente. ¿Títere o titiritero?

A las puertas del juicio a Fujimori, su abogado pretende convertirlo en un caído del palto, un gil, un ingenuo que, aunque vivía con Montesinos y al costado de las salitas donde se filmaron los vladivideos, no sabía nada. Así, allanó la casa de la mujer de Montesinos –sustituyendo al fiscal real por su edecán– para llevarse los videos, pero no conocía los negociados. Era el Jefe político del SIN, según una ley que promovió y promulgó, pero no tiene nada que ver. Ordenó a Federico Salas y Carlos Boloña pagarle US$ 15 millones a Montesinos como CTS, pero "no sé nada brother". Amnistió a los criminales del Grupo Colina, luego de haberlos felicitado y ascendido en 1991, pero es ajeno a los crímenes de La Cantuta y Barrios Altos. Estamos ente otro Fujimori, sonsón y que dejaba las decisiones a todos sus subordinados, casi ajeno al ejercicio del poder. Un títere.

La lógica es simple. Se trata de evitar que Fujimori responda a las acusaciones que, más allá de la autoría directa e inmediata que se da en varios casos como el de la CTS de Montesinos o el allanamiento, lo involucran claramente. Y es que, según la doctrina de la Responsabilidad del Superior (que se remonta a la Segunda Guerra Mundial y establece la responsabilidad de los Jefes Militares y Civiles por los ilícitos de sus subordinados) él era el Comandante en Jefe de la FFAA y Presidente de un régimen cívico-militar, con control efectivo sobre los autores del delito (hizo dar una ley para que el SIN responda al mismo Presidente). Hasta vivía en las instalaciones del SIE y del SIN (cuando se produjeron los hechos). Y, no sólo omitió medidas para impedir los delitos o sancionarlos, sino que los amnistió y encubrió.

Además, según la doctrina del Dominio de la Escena es clarísimo que Fujimori controlaba la escena y los espacios en que se cometían los delitos. Y sobre su calidad de autor intelectual, no necesariamente material, de los hechos delictivos, está claro que estaba a la cabeza del mando en las estructuras del poder y que numerosos testigos así lo señalan.

Informes legales de prestigiosos abogados como los de la George Washington University, de EEUU, sostienen que en este caso se aplica también la doctrina de la Empresa Criminal Conjunta que se da cuando un grupo de personas, con un plan o propósito común delictivo, participan en ese proyecto. Al ordenar actos delictivos a sus subordinados o brindarles protección absoluta –como dice el informe– participa en el establecimiento, funcionamiento y continuidad de una empresa criminal. ¿Quién puede dudar de eso en el caso de Fujimori?

Pero la verdadera defensa de Fujimori estará centrada en las influencias de los poderes económicos y políticos que logre movilizar. Porque Fujimori, que se pretendió profundamente renovador y ajeno al poder establecido en 1990, un verdadero "outsider", no fue –para nada– ajeno a los intereses económicos de los dueños del Perú que estos desgastados partidos representaban. Fujimori terminó siendo un eficaz "insider", expresión de los poderes fácticos –económicos, militares, mediáticos y tecnocráticos– gestados en la década de los 80. Con su gobierno negociaron e hicieron grandes negocios importantes transnacionales, Dionisio Romero, Lucchetti, los Picasso y Camet, los Bertini y los representantes del Banco Wiese, dueños de los canales de TV y de la prensa, los norteamericanos vinculados a Yanacocha…

Más que transformar al Perú fue una suerte de restaurador de un viejo orden –casi del corte del Estado oligárquico– que acentuó la exclusión y la concentración del poder en poderosas minorías extranjeras y nacionales que siempre fueron decisivas en el país. En realidad fue un aventurero, sin propuesta programática y a la caza del poder, que resultó cazado por los poderes fácticos, asumió un programa político y económico ajeno al compromiso propuesto a sus electores, y representó los intereses de los mismos de siempre. Un títere, cooptado por corruptos mandos militares y Montesinos, que se fue convirtiendo en titiritero, con grandes márgenes de maniobra y compromisos con el poder real nacional e internacional.

Su gobierno fue una transacción –en la que como Presidente, formalmente, negoció y se abrió su espacio– en que se impusieron y combinaron diversos intereses: los de los corruptos jefes militares y de inteligencia que ya tenían en curso una estrategia de poder anterior al "fenómeno" Fujimori (Plan Verde); los de ciertos empresarios y transnacionales mercantilistas de siempre; los de tecnócratas ávidos de un manejo patrimonialista del Estado; los intereses de ciertos organismos multilaterales interesados en resolver sus problemas pendientes con el Perú e imponer sus modelos, haciendo la "vista gorda" ante los problemas de corrupción y abuso de autoridad, sosteniendo el clientelaje gubernamental.

La corrupción no fue un invento de Fujimori. La historia política peruana está llena de ejemplos de su presencia. Pero con él se generalizó y penetró todos los poros de la sociedad, como una metástasis cancerígena, acompañada de un pragmatismo individualista amoral.
J.D.C.

A Contracorriente. Reglas para los siameses

Fujimori y Montesinos no solo fueron socios en la cúpula de uno de los gobiernos más corruptos de la historia, hermanos siameses pegados por el bolsillo. Fueron tan cercanos, que también fueron vecinos de puerta: vivían en el segundo piso del SIN. Fujimori no dormía ni vivía en Palacio, sino en el SIN. Habitaba, en un extremo del pasillo, un departamento con cuartos para cada uno de los miembros de familia (incluyendo a la madre y su tina japonesa, un enorme cuarto de deportes forrado en vidrio, un inmenso jacuzzi con varias duchas españolas y hasta caballos a disposición) y el "Doc" habitaba el otro extremo. En el pasillo estaban las famosas salitas de los vladivideos (que en su mayoría siguen en manos de los siameses y Huamán Azcurra, quien operaba) por las que circularon Dionisio Romero, el dueño de Lucchetti, Bertini del Wiesse Sudameris, los dueños de los canales de TV, jueces supremos, miembros del JNE, generales, parlamentarios…). Allí despachaban y se veían cuando querían. Claro, Fujimori presentaba su "austera" habitación de Palacio en publirreportajes por TV y Montesinos tenía casas y departamentos para recibir a queridas, guardar joyas y agasajar invitados.

Uno planeaba y arreglaba la compra de armas inútiles con enormes comisiones y el otro firmaba los DS secretos para llevarlos adelante. Y luego, el reparto. También eran socios en una estrategia "antisubversiva" y de control político y represivo a las fuerzas democráticas y sociales, que iba desde el espionaje telefónico del SIN hasta operaciones "especiales" (asesinatos, detención-desaparición de personas o matanzas como La Cantuta y Barrios Altos) que llevaba adelante el grupo Colina con el apoyo logístico de unidades de las FFAA como la DIFE.

Los siameses vivían cruzando la pista de la DIFE y en el mismo ambiente donde estaban acuartelados Santiago Martin Rivas y los demás criminales del grupo Colina. Allí, con la intervención de Hermoza Ríos, nacieron las órdenes de numerosos delitos de lesa humanidad. Eran la cabeza, los autores intelectuales, de los crímenes que motivaron la extradición de Fujimori (entre muchos otros que no se plantaron a la Suprema chilena). Ciertamente, junto a los jefes del SIE y otros servicios de inteligencia, del SIN, y miembros de la comandancia general militar (cuyos comandos Fujimori designaba, mantenía o cambiaba a voluntad por ley expresa que hizo aprobar).

Hoy, Montesinos y Hermoza están al borde de la condena en los juicios que se les siguen por estos casos, y Fujimori va a comenzar el suyo el 10, por las maniobras dilatorias de su abogado. Pero se quiere manipular el juicio. Quieren evitar verse cara a cara, evitar responder las preguntas en persona y en directo, evitar ser evidenciados en sus contradicciones y mentiras. Salir lo mejor parados que les sea posible.

Entre esas maniobras se pretende sacar una ley –propuesta meses atrás, nada menos que por el Presidente de la Sala que lo juzgará– para cambiar el Código de Procedimientos Penales. ¿Por qué cambiar los procedimientos y las reglas cuando va a comenzar el partido? ¿Ayuda a la transparencia y al debido proceso? Los cambios pretenden abrir la puerta para que Fujimori pueda evitar estar presente físicamente en el juicio en forma permanente y le permitirían ser representado por su abogado, si tiene "causa justificada". Por ejemplo, se enferma, entonces ya no responde él a las preguntas de los vocales, sino su abogado. ¿Alguien puede creer que es lo mismo, que sirve igual la respuesta de uno u otro para conocer la verdad? ¿Estuvo acaso el abogado en cada uno de los casos y reuniones en que se planearon y ejecutaron los delitos por los que son juzgados? Evidentemente que no y ello lo único que hace es oscurecer la verdad. El Dr. San Martín dice que el objetivo es acelerar el juicio y evitar postergaciones. ¿Queremos celeridad o verdad y que se haga justicia? ¿Estamos apurados por un mal juicio, o buscamos saber la verdad y castigar a los responsables?

Los cambios propuestos facilitarían a Fujimori evitar un careo personal y directo con Montesinos, con Hermoza Ríos, con los jefes del SIN, ministros, miembros de Colina y muchos de quienes ya han testimoniado en su contra. Podría contestar su abogado. ¿Acaso es lo mismo? Podría usarse una "video conferencia". ¿Es acaso lo mismo cara a cara que por televisión, a la distancia? Los jueces juzgan por los hechos y la ley, pero también por conciencia, y para ello estudian la reacción del reo, su comportamiento. ¿Puede alguien, en su sano juicio, decir que es lo mismo cara a cara que video conferencia, que es lo mismo el acusado que su abogado? ¿Acaso los otros no están presos también y pueden ser fácilmente trasladados? ¿O falta interés y pantalones para hacerlo? ¿No será que muchos intereses temen que salgan trapitos al aire?
El Congreso no debería ni discutir el tema que, con el argumento de la velocidad, sacrifica la verdad y la justicia. Y el país no lo debe tolerar.
J.D.C.

Ladridos del hortelano

Sube el escándalo sobre la propuesta de Alan García para favorecer judicialmente a Fujimori, baja la aprobación de aquel en todo el país. Como para distraer la atención, García acaba de reiterar sus tesis a favor de la entrega sin control de los recursos naturales del país.
En su nuevo artículo, página entera de El Comercio de ayer, García no dice ni jota sobre el interés del Grupo Romero de adueñarse de dos millones de hectáreas de la selva, no sólo para explotar madera, sino también para acaparar pagos que los países desarrollados hacen a quienes defienden el medio ambiente –pagos que debieran ir al Estado peruano y a las comunidades nativas–.
Hemos denunciado el plan que la musa de García –el Banco de Crédito– tiene al respecto. Ahora, él se queja de que el proyecto que envió al Congreso haya sido detenido (gracias en parte a nuestra denuncia). Insiste en que con esa demora “se está bloqueando la creación de cientos de miles de empleos”.
¿Cómo llega a esa cifra? ¿Se le ha ocurrido en los momentos de ocio mental que dedica a sus artículos? ¿O es que se basa en cálculos del Grupo Romero? Lo serio consistiría en que muestre los datos que le permiten formular esa promesa.
García es el último mohicano del fundamentalismo neoliberal. Por eso reitera la propuesta de desintegrar, con el fin de hacerlas desaparecer, las comunidades campesinas. Para esto anuncia un proyecto de ley a fin de que las comunidades puedan “tomar la decisión de vender, parcelar o alquilar” sus tierras.
Detrás del telón se escucha el coro de las transnacionales mineras, que entonan: “Eso mismo que tú dices, / eso mismo digo yo, ¡jajay!”. La cumanana de Majaz, en Piura.
Dice García que bastaría con que el 50 de los comuneros asistentes a una reunión apruebe una medida como esa, igual que ocurre con la aprobación de una huelga sindical. Analogía falaz: las huelgas obreras plantean una reivindicación frente al propietario; no implican la renuncia a una propiedad.
Para justificar su abandono de todo el pasado ideológico y político del aprismo auroral, y apuntalar sus tesis antinacionales, García recurre a… ¡Lenin! Glosa de éste, arbitrariamente, el texto Capitalismo de Estado e impuesto en especie.
Ese escrito nada tiene que ver con la realidad del Perú actual. El propósito de Lenin era afrontar la gran crisis económica surgida de la guerra civil y la intervención extranjera. Abría un cauce transitorio al enriquecimiento de los capitalistas del agro; pero conservando en manos del Estado soviético posiciones claves como los bancos, el monopolio del comercio exterior y las industrias nacionalizadas. Era una maniobra táctica para salvar al socialismo, no para entregar todo el poder a los Dionisios Romero rusos. ¡A otro perro con ese hueso!
C.L.
D.D.L.primera

García quiere dejar comer

De tanto ver en los predios de la izquierda al perro del hortelano, el doctor Alan García se está convirtiendo en el cancerbero de la Confiep.
En el artículo con el que ayer llena de plomo una página de “El Comercio”, el doctor García continúa su tarea de traducir a prosa oficial y a programa mínimo la conversión práctica del Apra en el partido conservador de masas del Perú. De este modo el segundo alanismo aspira a refundar el partido de Haya. Pero a diferencia de Haya, que escoró a la derecha manteniendo la prédica incendiaria del aprismo ancestral, García quiere que el Apra se reconozca en sus dos últimos textos y deje de avergonzarse por las promesas electorales dejadas en la cuneta. García, en suma, pretende enterrar a Haya por segunda y definitiva vez. Y aunque cite a Lenin arrimándose a la idea de que a veces hay que retroceder para después avanzar, lo cierto es que propone un camino sin retorno cuya meta es llenar el espacio que hoy ocupa tan torpemente esa obesa agonía que se llama Unidad Nacional.
El sueño civilista de un partido popular basado en premisas conservadoras estaría, gracias a García, a punto de empezar a ser realidad. Si Víctor Andrés Belaunde viviera, se arrodillaría y agradecería al cielo tamaña bendición. Es la primera vez que la caída del muro de Berlín y la implosión del mundo comunista repercuten en la política peruana con tanta claridad. El Apra, entonces, se desembaraza de lo que García considera pesados lastres heredados y se recicla como un civilismo del siglo XXI. Y este viraje se publica bajo firma en el diario que fuera el más fiero y mezquino enemigo de Haya de la Torre: nada más parecido a un parricidio.
¿Qué propone, en concreto, García en su “segundo debut” como articulista de “El Comercio”?
Propone que haya mucho menos control para ejecutar el gasto público. Ni siquiera la vergonzosa experiencia de los patrulleros de Alva Castro –chapuza filodelictiva que fue abortada gracias al control que hoy se quiere debilitar– impide a García hablar, sueltísimo de huesos, de la necesidad de “presumir la veracidad” de los funcionarios y de sus operaciones y, en todo caso, efectuar “un control posterior” –es decir, cuando ya no haya más remedio que acudir al poder judicial–. La propuesta se basa en la premisa de un “control aleatorio” del Estado. Lo que García plantea es, sin embargo, un Estado aleatorio a gusto de sus consejeros neocon.
García va más allá. Quiere tercerizar, es decir privatizar, muchos de los controles de la inversión pública, debilitando al SNIP y fomentando un territorio comanche donde la compra de vacunas innecesarias o próximas a caducar, para citar un solo ejemplo, hallaría su tierra prometida.
El mismo Presidente que ha castigado al Estado rebajando los sueldos de sus cuadros técnicos –una manera de lanzarlos a brazos de las empresas privadas– sugiere ahora, con todo el cinismo del caso, que debería “bonificarse la productividad” de la burocracia. Lo que no dice es desde qué parámetros y con quiénes se determinarán esos alicientes.
Otra propuesta en contra del perro que no deja comer es la de que la Beneficencia Pública se deshaga de treinta mil “habitaciones o viviendas humildes”…¡vendiéndolas a sus ocupantes! Una vez formalizada la propiedad, la familia en cuestión “podrá mejorarla o venderla al propietario del cuarto vecino”. Es una confusa manera de decir que la Beneficencia tiene que deshacerse de esos alquileres protegidos y mínimos y “poner en valor”, vía demolición y recompra de terrenos, lo que hoy sólo sirve para mantener “un alquiler irrisorio”.
García insiste en la subasta –sólo para grandes inversores en dilatados latifundios– de ocho millones de hectáreas madereras y propone ahora que el Estado venda a privados las restingas, es decir las playas estacionales que aparecen cuando el caudal de los ríos selváticos se reduce. ¿Alguien se anima a invertir en un islote que, dado el cambio climático, podría no volver el próximo año? ¡García quiere vender hasta el Perú esporádico!
¿Y las tierras comunales “ociosas”? García plantea que se vendan, parcelen o alquilen. Y añade que para ello debería bastar “el voto de la mitad más uno de los presentes en la reunión convocada para ese fin”. Es de imaginar cuántos intereses se moverán para impedir que los comuneros “desafectos y peligrosos” concurran a esa asamblea decisiva. Es hasta posible imaginar a un prefecto ordenando el arresto de los más recalcitrantes, 24 horas antes de que siglos de tierra comunal se jueguen en la ruleta privatizadora.
Hay más propuestas. Una de las más llamativas es la que plantea cobrar sólo un cinco por ciento de impuestos a las empresas mineras que instalen procesadoras metalúrgicas para producir “alambrón, tubos, partes y piezas”. ¿Y por qué tanta generosidad fiscal? Porque según el Presidente, lo de la inversión en metalurgia “es una aventura”. ¿Y quién le ha dicho al doctor García que con los precios actuales de los metales la metalurgia es una aventura de pioneros? Deben habérselo dicho el grupo Brescia, don Roque Benavides, los accionistas de Majaz.
Y con el mismo criterio García demanda una generosidad tributaria aun mayor para el que quiera invertir en maricultura. Porque, según sabe, “invertir en el mar para instalar jaulas…resulta heroico”. ¿Y quién le ha dicho eso? Sus amigos inversionistas chilenos, quizás. Porque Chile tiene una maricultura y una piscicultura florecientes…y sin necesidad de evadir el fastidioso trámite de pagar impuestos.
García no se queda allí. Ahora quiere matar al perro que tanto le molesta privatizando las irrigaciones, “cuyo costo sea pagado con una parte de las nuevas tierras irrigadas o con la venta del agua”. ¡Magnífica perspectiva para Suez Energy, por ejemplo, esa empresa que tan buenos lobistas tiene en sus filas! Ya era hora de que el Estado deje de hacer lo suyo y sea tan subsidiario como quería don Luis Bedoya Reyes.
Otra propuesta de la nueva estrella editorial de “El Comercio” tiene pinta de plagio. García apunta a la estandarización de las deudas por vivienda propia para poder hacer paquetes “de 10,000 o más hipotecas que se vendan a un banco más grande para que se encargue del cobro futuro y el dinero de esta venta se utilice construyendo más viviendas”. ¿Alguien le ha dicho al doctor García que con cosas como esa hay que tener más cuidado porque así empezó la crisis de las subprime en los Estados Unidos? ¿O es que Dionisio Romero ya lo convenció? Porque ese “banco más grande” suena a BCP.
En el colmo de la locura del converso un García ya delirante –o sencillamente sin vergüenza alguna que lo proteja– exige que el Perú sea comprensivo con la inversión privada y sugiere que ya no sea el Estado el que dicte las pautas para dicha inversión. Cita textual: “Por evitar que el inversionista gane 5% más, nadie viene. En vez de exigir criterios exagerados (sic, nota de C.H.) debe dejarse al mercado y a la competencia de los privados la fijación de esas condiciones”. Nadie había ido tan lejos. Ni Teodoro Roosevelt hubiese firmado algo tan grosero. O García es un Chicago boy tardío, o hay cosas muy turbias en perspectiva –tan turbias como las que le permitieron hacerse con una fortuna mal habida durante su primer gobierno–.
Y por último, con el cuento de defender a las Mypes, que no pueden pagar los “sobrecostos laborales” de las empresas grandes, García defiende ardorosamente la precariedad del empleo indecente, ese que, según su propia descripción, desconoce la jornada de ocho horas, se burla del sueldo mínimo rebajándolo, omite la seguridad social. “Entregaremos (al Congreso) la propuesta del acceso progresivo a los derechos laborales, para aprovechar bien los tratados de libre comercio…” ¿Nadie le ha dicho al Presidente que hay observadores norteamericanos monitoreando nuestras prácticas laborales? ¿Nadie le ha dicho que las conquistas que él considera hoy prescindibles vienen de muy lejos? ¿Nadie le ha dicho que el capitalismo moderno considera a los trabajadores bien tratados parte de su éxito? García escribe: “El perro del hortelano dice que no debe haber cholo barato porque prefiere al cholo desempleado y en la miseria”. Lo que quiere decir, en buen cristiano, que el cholo o se abarata (más) o se queda sin trabajo.
¿Qué clase de Atila neocon nos gobierna? ¿Tolerará el Apra que el odriismo alanista haya dado un golpe de Estado en el partido?
C.H.
Prensa Escrita

jueves, 22 de noviembre de 2007

Narcotraficantes: ¿los nuevos abigeos?

El hecho que nadie puede esconder, por más alambicamientos que ensaye el Gobierno, es que el Valle del Río Apurímac-Ene (VRAE) se ha convertido en un laboratorio de elaboración de cocaína. Y como el Gobierno no puede controlar esta situación, se ve obligado a sacar otro conejo distractivo de la galera: proponer la publicación de los nombres de los sentenciados por terrorismo que el Poder Judicial "ha liberado".
Hay que insistir en que es posible que, en unos casos, los narcotraficantes utilicen directamente a sus sicarios y, en otros, a ex senderistas o a remanentes de este grupo; pero el motor, en ambas modalidades, es el narcotráfico. El dato nuevo es que este se ha fortalecido a niveles jamás vistos en el Perú. Frente a esto, el problema de la propuesta gubernamental es que no pasa de ser una maniobra que tiene como objeto desplazar la atención de su ineficiente labor en la lucha contra el narcotráfico.
El ministro del Interior, Luis Alva Castro, declaró que la emboscada en Tayacaja (Huancavelica) fue obra de narcotraficantes, y negó expresamente un rebrote terrorista (Perú 21, 16-11-07). En abierta contradicción, la nota de prensa de la PNP (14-11-07) señalaba que los policías "fueron atacados aproximadamente por 30 presuntos terroristas, con armas de fuego y explosivos". Con las declaraciones del presidente y del premier, queda claro que el Gobierno ha optado por la versión policial. ¿Será porque es más digerible y explotable políticamente?
¿Cómo hacer para que un presidente de la República preocupado y absorbido con la explotación de los recursos naturales y ansioso por conquistar el "grado de inversión" de las calificadoras de riesgo tome en serio el peligroso desarrollo de las mafias del narcotráfico? Porque, para el presidente, todo se arregla centrando mediáticamente el problema en Sendero Luminoso. Es sintomático, por ejemplo, que no plantee la publicación de los nombres de los condenados por narcotráfico que ya abandonaron las cárceles... lo que sería igualmente absurdo, valga la aclaración, pues, como bien dice Pablo Talavera frente a la propuesta de García, en este caso también la lista pública solo perjudicaría a los que quieren reinsertarse en la sociedad y buscan trabajo.
El ministro del Interior no solo le enmendó la plana a la Policía, sino que estaba esbozando la definición de un nuevo blanco de lucha al señalar la responsabilidad plena y directa de los narcotraficantes. El Gobierno le ha corregido ahora la plana a él. El problema es que, a diferencia de la lucha contra Sendero, el narcotráfico obliga a un duro combate para evitar que la corrupción penetre y se instale en el propio Estado. El Gobierno no sabe cómo enfrentar este nuevo desafío.
S.P.
prensa escrita

martes, 20 de noviembre de 2007

Odio la estupidez: la suya y la mía

Algunas personas, de cuya buena voluntad no dudo, me recriminan por no ocuparme de temas de mayor actualidad. Dicen que mucho critico a Bush y a los gringos y que insisto demasiado sobre la contaminación o los peligros que atraviesa el planeta. Además, estiman que no me muestro eufórico como "el resto del país" (sic) con la casi segura firma de un TLC con los EE.UU. Atribuyen el hecho a que yo detesto a la superpotencia (que hoy padece frecuentes ataques de impotencia) y, por lo tanto, no percibo los beneficios de dicho tratado. Digamos que el tono de los correos electrónicos no es el mismo que yo he empleado para resumir su pensamiento, pero creo que he logrado una síntesis honesta luego de haber extraído delicadamente las interferencias emocionales que ellos tenían al redactarlos. En primer lugar, quiero decir que mi madre nada tiene que ver con el asunto y que en general el odio, si bien no me es desconocido, lo siento (lo cual considero un logro) hacia situaciones y no hacia personas en particular. A veces, confieso, siento un odio intenso ante tanta injusticia, pero es un odio que queda reducido a muy poco cuando experimento odio hacia la estupidez humana -frente a la inmensa, inconmensurable, apocalíptica, indescriptible estupidez humana-. Estupidez de la que, por supuesto, no me siento excluido, a pesar de mis esfuerzos cotidianos por pensar críticamente y por actuar con sentido de objetividad, respeto y justicia. No siempre lo logro y más de una vez me devoran las culpas por no hacerlo. Es malo ser estúpido, pero peor es no darse cuenta. Es malo ser irracional, pero peor es ignorar que se es irracional. Es malo proceder injustamente, pero peor es ser ciego a la noción de justicia. Lo malo, en suma, es la incapacidad para sustraerse por un instante de sí mismo y verse interactuando con los otros y con nuestro entorno. En el fondo, la filosofía boba de este sistema es "lo que es bueno para mí es bueno para todos", sin darse cuenta de que la palabra "todos" solo representa al círculo social que cada uno integra y, a veces, solo a la propia familia, cuando no al solitario individuo que se piensa la razón de ser del universo.

Cuando oigo a economistas, políticos y periodistas festejar el crecimiento económico sin preguntarse hacia dónde conduce, me da escalofríos. Lo puedo entender en economistas que de tanto sumar y restar ven con más claridad los números que tienen delante que a la naturaleza y a los seres humanos que están detrás. También lo puedo comprender en los políticos que por razones obvias son cortoplacistas y, por cortoplacistas, pragmáticos y, por pragmáticos, incapaces (¿o desinteresados?) de preocuparse por el mañana. Pero los periodistas, qué les pasa a los periodistas. ¿Les pagan por hacer coro? ¿Creen que los problemas de esta humanidad sufriente y de este país dolido pasan por priorizar lo contingente sobre lo trascendental? ¿O han confundido su irreemplazable papel en el interior de una democracia con el de distraernos para que no pensemos cuánto hay de ella en nuestra vida cotidiana?
gi.gi.jokal
prensa escrita
p. 21

lunes, 19 de noviembre de 2007

Un ciclo histórico del Apra

Entre el discurso de Haya de la Torre del 20 de mayo de 1945 y el artículo "El síndrome del perro del hortelano", de Alan García, del 28 de octubre de 2007, el Apra ha cerrado un ciclo histórico. En 1945, cuando terminaba el primer gobierno de Manuel Prado Ugarteche, en el Perú se abrió la posibilidad de retornar a un régimen democrático después de dos décadas de dictadura. Todos reconocían que no habría una salida estable si no se incorporaba al sistema político al Apra, que se encontraba proscrito y en la clandestinidad. Por eso, existía una gran expectativa por saber qué diría Haya de la Torre, luego de salir de las catacumbas.

Haya pronunció su discurso en la Plaza San Martín, desde un balcón cercano al Club Nacional, desde el que lo escuchaban atentamente los representantes de la oligarquía contra la cual había insurgido su partido dos décadas atrás. Fue a ellos que se dirigió su mensaje central: "No deseamos quitar la riqueza a los que la tienen sino crearla para quienes no la tienen". En el Perú la concentración de la tierra en poder de los latifundios (que inmovilizaban millones de hectáreas que permanecían sin cultivar) era uno de los problemas sociales fundamentales. Contra ese orden había surgido el aprismo, como partido antioligárquico y antiimperialista. La declaración de Haya representaba la renuncia a la reforma agraria y a la nacionalización de tierras e industrias, las reformas fundamentales que había propuesto. Este viraje abrió el camino a la alianza con el mismo Manuel Prado, el representante de la oligarquía, en 1956, conocida como la "convivencia", y con Prado y Manuel A. Odría (que en la década anterior había apresado, masacrado, torturado y asesinado a los militantes apristas), la "superconvivencia", en 1963.

Semejante viraje puso a prueba la fe de los sufridos militantes apristas. Se les brindó entonces la teoría del doble discurso: había uno para fuera, complaciente con la oligarquía y el imperialismo, y otro -el verdadero- para los militantes, quienes creían que el discurso público era un ardid, utilizado por el Jefe para engañar a los enemigos del pueblo, acerca de los verdaderos fines -revolucionarios- del partido.

El artículo de Alan García abre la posibilidad, finalmente, de que el Apra pueda superar su doble discurso. Ahora el alineamiento con los intereses de las grandes empresas, y con el capital extranjero es neto, lo mismo que su llamado a reconcentrar la propiedad de la tierra. Es por eso hondamente simbólico que lo publicara en El Comercio, el periódico que durante décadas fue visto por el aprismo como su gran enemigo.
m.galvez

Presupuesto educativo: más compromiso

El Informe Global de Competitividad, publicado por el World Economic Forum (WEF), coloca a nuestra educación primaria en el último lugar de los 131 países evaluados, y a nuestra educación en matemática y ciencia en el puesto 130.
Hay que hacer algo. Esta semana debe debatirse en el Congreso de la República el Proyecto de Ley de Presupuesto 2008, y hay graves omisiones en el presupuesto destinado a Educación.
Según la Resolución Suprema Nº 001-2007-ED, firmada por el presidente Alan García, el gobierno se compromete a un: "Incremento sostenido del presupuesto educativo hasta alcanzar no menos del 6% del PBI al año 2012". Pero la participación de la Educación en el Presupuesto Nacional viene disminuyendo durante este gobierno en lugar de aumentar: 17.0% el año 2006, 16.2% el 2007, y 15.9% para el próximo año, de acuerdo al Proyecto de Ley de Presupuesto Público 2008.
El gobierno ha asumido el compromiso de introducir en la gestión un presupuesto por resultados, para mejorar los logros de aprendizajes de niños y niñas al finalizar el segundo grado de primaria, sobre todo de aquellos que viven en las áreas más pobres. Pero en el proyecto de presupuesto se recorta en 39% el monto solicitado por el Ministerio de Educación para avanzar en el programa estratégico de Logro de Aprendizaje: de los S/.982.2 millones solicitados solo se asignan S/.592.7 millones. Tampoco se atiende la demanda de los gobiernos regionales de una ampliación presupuestal de S/.131 millones para complementar este esfuerzo. No se consideran, asimismo, los S/.23 millones necesarios para poner en funcionamiento el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Sineace). Se trata de una grave omisión, porque no hay manera de mejorar la calidad de la educación superior peruana si no se pone orden en el desastre provocado por el fujimorismo, al propiciar la creación indiscriminada de universidades que en muchos casos son simples fábricas de títulos sin valor.
Asimismo, ha dejado de garantizarse las 11 prioridades por la infancia en la Ley de Equilibrio Fiscal y en la Ley de Presupuesto. No habrá resultados si no hay continuidad. No se dan, tampoco, los recursos necesarios para poder incorporar suficientes maestros a la nueva ley de Carrera Pública Magisterial.
La venta de recursos naturales puede brindar recursos para invertir en nuestro desarrollo. Hoy el recurso decisivo para insertarse en la nueva economía mundial es el capital humano. No invertir en educación es un crimen contra el Perú y especialmente contra los jóvenes, cuyo porvenir depende de la calificación que pueda brindarles su país.
m.galvez

sábado, 17 de noviembre de 2007

Perfil del idiota ultraliberal

Un ultraliberal idiota debe de usar tirantes de color beige y creer que Uagadugú es una palabra mágica de la saga de Harry Potter y no la capital de Burkina Faso. Es imperativo que desconozca las películas de Ken Loach, las canciones de Soledad Bravo, los poemas de Gabriel Celaya, el teatro de Peter Weiss, la nariz con giba de Rosa Luxemburgo y, por supuesto, las crónicas desde Italia de José Carlos Mariátegui.
También debe creer que el mundo que realmente importa se reduce a la Gran Manzana de Manhattan y que las leyes de la mecánica celeste las aplicó Henry Ford en sus cadenas de montaje y que en la galaxia Alpha Centauro también manda el Banco Mundial y conocen la adorada pezuña de Wolfenson, el del calcetín roto y el alma de poliuretano.
Un ultraliberal idiota no puede ser sólo un lector ferviente del “Times” y “The Economist”. Tiene que conocer muchas más cosas de trascendencia: la edad de Carolina Herrera, los lugares desde donde se puede bajar música psycho, las caídas hondas del señor Marichalar y el libro de memorias de Ronald Reagan, que sólo podía escribir (su firma) debajo de las órdenes de desembarco.
El liberal idiota también está convencido de que la mano invisible del mercado y la de Maradona contra Inglaterra son la misma mano. Y la misma que le dispara al brasileño en el metro de Londres, al palestino junto al muro, al iraquí desde las nubes. Y la misma que busca la entrepierna de la jovencita en un bar de Bangkok. O de Manila. O de cualquier ciudad tercermundista todavía más empobrecida por el modelo económico en boga. El liberal idiota está convencido de que el mundo será siempre la confederación de los que pudren los océanos con petróleo, el ozono con sus chimeneas, el sexo con latigazos, la economía con sus cifras de desempleo, el caminar con su asfalto, los pájaros con su insaciabilidad por la madera, las sociedades con su tele, los pueblos con sus recetas “salvadoras”, la libertad con su sordidez, la agricultura con sus TLC y hasta el Internet con su pedofilia y toda esa basura del pensamiento débil y la abolición de la verdad como concepto.
Un ultraliberal idiota debe ser hijo de la IBM, nietecito de la General Motors, primo de Microsoft, biznieto de la Bayer (la de los gases en los campos de concentración) y siempre súbdito del rey Leopoldo de Bélgica, todo un ejemplo de epopeya extractiva y matanza de negros en safari.
Lo que traducido a nuestro medio debe de entenderse como ser hermanón de Pancho Tudela –o sea fujimorista ciempiés–, súbdito de Alicorp, mandadero del Banco República, amigote de algún Pollack, lector de Valle Riestra, creyente de la selección de Chemo del Solar y enemigo de las ONG caviares que quieren desprestigiar a nuestras heroicas Fuerzas Armadas.
Si el Perú vomitase, ostra vez, a un Fujimori, el idiota ultraliberal estaría allí diciendo presente, para servirle, a quién hay que embarrar.
Porque junto a su ideario internacional estilo Thatcher, el idiota ultraliberal es, a la hora de los loros, un intervencionista estatal y un expropiador de voluntades. Sobre todo cuando el Estado lo ocupa un fascista ladrón como don Augusto Pinochet, que es, como se sabe, el padre del modelo ultraliberal en Latinoamérica.
Porque nunca debemos de olvidar la historia que la señorita Susana quiere que olvidemos: en esta parte del mundo el ultraliberalismo se impuso con éxito en el Chile bañado en sangre después del trabajo de la derecha asesina, el Nixon que todos conocimos y el Kissinger neonazi que no termina de morir.
O sea que en estos reinos el idiota ultraliberal tiene las manitas bien manicuradas bañadas en sangre. Por eso se las lava a cada rato.
c.h.
LP..e.d.q.i.r.

Gran mayoría desaprueba gestión de Alan García

Casi 70%, según encuesta de Datum a nivel nacional. En provincias cifra supera el 80%. La población opina que no cumple con sus promesas.

En caída libre. La popularidad del presidente Alan García, a nivel nacional, descendió 20 puntos en los últimos dos meses, situándose en su nivel más bajo con 28%, según una encuesta realizada por la empresa Datum Internacional.

La desaprobación a la gestión presidencial, en cambio, es ­ahora de 69%, es decir que aumentó 22 puntos porcentuales respecto a la anterior medición.Pero lo revelador de la encuesta es la altísima desaprobación que García tiene en el interior del país.

En el sólido Norte lo desaprueba el 70%, en el Centro 81%, en el Sur 84%, y en el Oriente 78%; si no fuera por Lima, donde la desaprobación es de 56% y la aprobación de 38%, podríamos decir que ­Alan ya superó a Toledo.

La alta desaprobación –a pesar de la reiterada exposición a los medios de comunicación que tuvo el Jefe del Estado en las últimas semanas– se debe en mayor medida a que “no cumple sus promesas, es mentiroso” en opinión de un 59 por ciento de los entrevistados, según se desprende del sondeo practicado a 1,175 hombres y mujeres a nivel nacional.
Corrupción

Un 45% considera que la corrupción ha aumentado desde que se inició el gobierno ­aprista, en julio del año pasado, mientras que el 43% opina que la corrupción sigue igual. Sólo el 8% de los entrevistados opina que ha disminuido. Los ministerios de Salud (51%) y de Educación (45%) figuran en la lista de entidades donde se percibe mucha corrupción. Encabezan la relación la Policía Nacional (67%), el fútbol peruano (63%) y las Fuerzas Armadas (54%).Entre los principales problemas del país, los entrevistados identifican en primer lugar la pobreza (65%), desempleo o falta de trabajo (59%), corrupción (40%), mala situación económica (24%), delincuencia (22%) y, para sorpresa de muchos, la inflación (19%).

Los ministros

José Antonio García Belaunde, en Relaciones Exteriores (31%), y Mercedes Aráoz, en Comercio Exterior (29%), son los ministros que salen mejor parados, pero en general la desaprobación es mayor que la ­aprobación en la gestión de todos los miembros del gabinete, incluyendo a Jorge del Castillo, que iba a evaluarlos y hasta ahora nada.

Otros personajes políticos que figuran con algún nivel de aprobación en la encuesta, realizada entre el 27 y 30 de octubre, son Lourdes Flores (36%), Keiko Fujimori (33%), ­Ollanta Humala (30%) y Alejandro Toledo (28%).Entre los partidos que están haciendo un mejor trabajo en el Congreso fueron citados el Partido Aprista (12%), Grupo Fujimorista (12%), Partido Nacionalista (11%), Unidad Nacional (11%) y Alianza Parlamentaria (7%). Pero quien realmente encabeza la encuesta es Ninguno está haciendo un buen trabajo (26%).

Sobre Fujimori

Los encuestados también ­opinaron mayoritariamente que el ex presidente Alberto Fujimori es culpable (62%), mientras que sólo el 23% se inclina por su inocencia.

DATOLa metodología utilizada por Datum fue de encuesta personal (cara a cara) en hogares, con un margen de error de +/- 3,0% y un nivel de confianza de 95% en la hipótesis más desfavorable.
Prensa escrita.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Congreso aprobó homologar a catedráticos

Universidades incrementarán los sueldos de docentes, de acuerdo al proceso que los nivela con magistrados del PJ.

Por amplia mayoría, el Pleno del Congreso de la República aprobó el dictamen para continuar el programa de homologación para los docentes de universidades públicas, quienes se beneficiarán con el incremento de sus haberes.

Según la norma, las universidades están autorizadas a otorgar a los docentes universitarios el incremento de sus remuneraciones, de acuerdo al proceso de homologación con los haberes de los magistrados del Poder Judicial.

El dictamen que provino de la Comisión de Educación fue aprobado por 82 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones.

Además fue exonerado de segunda votación, con lo cual será remitido al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Por consenso

El presidente de la Comisión de Educación del Congreso, Pedro Santos Carpio, sustentó el nuevo texto del proyecto original del Ejecutivo que propone autorizar a las universidades del Estado cumplir con las leyes 23733 y 28603 para fijar el incremento.

Santos recalcó que "el dictamen fue consensuado entre todas las bancadas políticas".
Sin embargo, ello no evitó el intenso debate pues la oposición exigió con energía su aprobación, cuando la sesión matinal del Pleno estaba por concluir.

El fujimorismo, a través de Martha Hildebrandt, exigió que la norma se revise pues consideraba una homologación "sin evaluación". Mercedes Cabanillas (Apra) aclaró que la evaluación estaba fijada y que se trataba de cumplir con una demanda social. Yonhy Lescano pidió la aprobación pues hace 25 años los docentes especialmente de provincias esperaban que se cumpla totalmente la homologación.

El presidente de la Federación Nacional de Docentes Universitarios, Julio Lazo Tovar, dijo a La República que la aprobación de la norma es positiva.

"Es positivo"

"Ahora esperamos su promulgación y la ejecución de parte de Economía, pues ya está aprobada la partida. Solo falta la orden de pago". Esta cantidad supone S/. 70 millones para cubrir la homologación entre junio y diciembre de este año. Dijo que la medida favorecerá a 15 mil docentes, pero la Fendup continuará en huelga hasta que el presupuesto de la República del 2008 incluya el porcentaje restante para completar el proceso de homologación.

Precisiones

ECALA. Según establece el dictamen, los docentes a dedicación exclusiva recibirán un incremento de 1,200 nuevos soles. Para los docentes a tiempo completo será de 1,170 nuevos soles. Los profesores asociados recibirán S/. 580 y los auxiliares S/. 300.
PROGRESIVO. El 30% de la homologación se concretó el 2006, en el gobierno anterior. El 35% se cumpliría este año y el restante 35% podría incluirse en el pliego presupuestal del 2008.

Infraestructura obsoleta

El catedrático de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, Róger Huanqui Pérez denunció que desde hace 24 años el gobierno ha olvidado a esta universidad del sur. "Enseño Química y los instrumentos de los laboratorios son muy antiguos y peligrosos para los alumnos, pero así tenemos que trabajar", sostuvo el docente.
Robert Silva Fernández, profesor de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa afirmó que los estudiantes, catedráticos y administrativos de esta casa de estudios se plegaron a la huelga por los bajos salarios que reciben.
El presidente del Sindicato de Catedráticos de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, Olixto Aguilar, dijo que el presupuesto anual de esta universidad no alcanza para modernizar la obsoleta infraestructura.


M. Sánchez.

La liebre del hortelano

Saltó la liebre. El Grupo Romero está detrás de la decisión de vender las tierras con poca o ninguna cobertura forestal y las baldías. El presidente Alan García parece tener gran interés (o intereses) en el negocio.
Se sabe que el Grupo Romero, el más poderoso del Perú y con fuertes lazos con el gran capital chileno, ha formado una bolsa de diez millones de dólares para la compra de dos millones de hectáreas de tierra en la Amazonía, una vez que se aprueben en el Congreso dos proyectos de ley enviados por el Ejecutivo.
Un operador político directamente vinculado a García está impulsando la aprobación de los proyectos.
Fuentes cercanas al gobierno explican que el plan consiste en producir commodities para el mercado internacional: soya, algodón, palma aceitera, ganadería, con graves consecuencias para la biodiversidad amazónica.
Las fuentes precisan que una parte de los dos millones de hectáreas se dedicarían a la siembra de bosques para la captura de carbono. Gracias al Protocolo de Kyoto, están pagando entre 4 y 45 dólares por hectárea/año en la Bolsa de Nueva York. Vender ese producto de defensa del medioambiente mundial resulta un negocio fabuloso, negocio que debiera ser emprendido por el Estado y beneficiar a las comunidades nativas, no a un puñado de millonarios y políticos.
Los proyectos que Alan García impulsa son elocuentes: explican por qué y para qué escribió el artículo “El síndrome del perro del hortelano”. Los siguientes párrafos de aquel artículo cobran ahora su perfil cínico y siniestro:“La propiedad formal por grandes empresas colectivas como los fondos de pensiones permitiría hacer inversiones de largo plazo desde la siembra hasta la cosecha años después.
“Los que se oponen dicen que no se puede dar propiedad en la Amazonía (¿y por qué sí en la costa y en la sierra?). Dicen también que dar propiedad de grandes lotes daría ganancia a grandes empresas, claro, pero también crearía cientos de miles de empleos formales para peruanos que viven en las zonas más pobres. Es el perro del hortelano.”Los proyectos remitidos al Congreso con las firmas de Alan García y Jorge del Castillo establecen un régimen de venta y adjudicación en propiedad y perpetuidad con compromiso de inversión y mediante subasta pública.
Con el pretexto de formalización y titulación, se pone al alcance de los Romero los “predios rústicos y tierras eriazas, sean éstos públicos y privados, Comunidades Campesinas y Comunidades Nativas a nivel nacional, por un periodo de cuatro (4) años”.
Esto equivale a una declaratoria de guerra contra los campesinos pobres y medianos, y las comunidades de costa, sierra y selva.
Ahora sabemos qué es lo que el perro del Tío Sam y de Dionisio Romero quiere morder.
DIRECTOR
LP.DQIR

Que Pisco quede como está

Propongo que Pisco se quede como está. Que Chincha, como está. Que las zonas afectadas de Cañete o Ica, como estén. Sería un homenaje de la patria a sí misma, un testimonio agradecido de la fatalidad a la ruina entendida como goce y como destino, un monumento que la desgracia modeló y el hombre mantuvo casi con acatamiento.Al fin y al cabo, en este país las mayores ruinas son contemporáneas: el centro de Lima, por ejemplo, es el Machupicchu dedicado al orín; el Parque de la Exposición es el Chan Chan de la huachafería castañédica; la avenida La Marina es como Las Vegas después de la segunda guerra nuclear.Para no hablar del Teatro Municipal, que está hace años más quemado que Fujimori y que, gracias a Castañeda –uno de los analfabetos de mayor éxito en la política peruana–, continúa allí, intacto y chamuscado, oliendo a parrilla de mezzosoprano y a chinchulín de ballet ruso.Como Castañeda es analfabeto funcional pero de los rabiosos, ha dejado el Teatro Municipal no sólo como una ruina a la brasa sino como una lección y advertencia: así terminan los templos donde Ionesco o García Lorca hacen de las suyas; aquí empiezan las escaleritas que me llevarán al poder y allá están las clínicas de emergencia que me construyen la imagen y más allá la banda del SAT, que lo que más toca es el muy viejo ritmo del bolsillo, y más acá las fuentes de donde sale el agua para mi molino.Castañeda es él mismo la ruina andante de la política peruana y habría que hacer un tren que nos llevara a él, previo pago de peaje y de boleto, para visitar sus vericuetos de fujimorista del Seguro Social, de antifujimorista ad hoc para el 2000, de fujimorista de retorno cuatro años después y de aprista militante en estos días: doscientos millones de escamas para un solo camaleón verdadero. Castañeda no es el alcalde de Lima: es una atracción turística que ningún FOPTUR ha reconocido como se debiera.¿Y qué es el Parque de la Exposición sino lo que queda después de la sinvergüenzada y la encerrona?¿Y la vía expresa de Kouri, no es el santuario de la cochinada? A mí me encantan las ruinas de Miraflores: sus edificios ideados por arpías, sus baches tan profundos como el abismo social de Basadre, sus casinos decorados por coqueros. No sé por qué no elegimos a Miraflores como una de nuestras maravillas arqueológicas. Cuando, en el futuro, los estudiosos excaven y encuentren Miraflores podrán darse una idea de lo que fue esta cultura Mocha que vivimos, esta cultura Hinca que construimos, esta cultura altipánica que respiramos, esta grandiosidad Chavín de Aguantar que produjimos. Nada, sin embargo, como los restos de Barranco. El Barranco un tanto violentado de los sábados por la noche debería ser obligatorio para los paleontólogos (aunque ya lo es para los antropólogos forenses).De modo que en este país con vocación de ruina y taxi sin airear, de ruina y Castañeda sin hablar, ¿por qué no dejar Pisco como está? ¿No sería un acto de devoción al poderío del Señor de los Temblores? ¿No sería la última estación procesional de un nuevo culto?Por lo menos así nos ahorraríamos al señor Favre y sus autoacusaciones y al señor Garrido Lecca y su ópera de dos centavos y a los alcaldes de la región hablando en RPP como si nada hubiese pasado y a los locutores de RPP pidiendo más dosis de paciencia a los que viven entre escombros desde el 15 de agosto por la tarde.Que Pisco quede como está. Y que cambie de nombre con el tiempo: Ciudad Favre, Garridogrado, Búfalo Valley, habría que ver.
C.H.
primera

martes, 13 de noviembre de 2007

La pólvora de Lourdes

La doctora Lourdes Flores acaba de descubrir la pólvora. Propone formar un eje estratégico con México, Colombia y Chile.
Lo malo es que la idea circula nacional e internacionalmente desde hace meses. Uno de sus portavoces fue, desde México, Jorge Castañeda, el politólogo por cuya boca habla el Departamento de Estado. Alan García ha hecho suya la posición ajena y la ha pregonado a los cuatro vientos.
Cabe suponer que la recién reelegida presidenta del PPC ha estado tan alejada del mundanal ruido, que ni siquiera ha leído los diarios –mucho menos LA PRIMERA, donde hemos dado con palo a la idea de ese eje.
En su reestreno político, Flores muestra, pues, una ausencia de repertorio.
Lo peor es que para evitar una tercera (o cuarta) caída se agarra de un clavo caliente. México, país al que China ha desplazado en gran parte del comercio con Estados Unidos, paga ahora la excesiva dependencia del Tío Sam. El régimen de Colombia tambalea a causa de su probada complicidad con los militares y paramilitares que han asesinado a miles de campesinos y a cientos de dirigentes sindicales. No es un secreto que los “paras” colombianos son, aparte de violadores de los derechos humanos, descomunales traficantes de drogas ilícitas. Chile conserva sus ambiciones –y sus preparativos bélicos– expansionistas.
La doctora Flores reaparece, así, compartiendo lo que hemos llamado el neopierolismo prochileno de Alan García y su entorno. A mal palo se arrima.
Otra “novedad” de la doctora es su posición recalcitrante no sólo frente a la política de Hugo Chávez, sino incluso a las relaciones económicas bilaterales. Su alejamiento de la actualidad le ha impedido enterarse de que Álvaro Uribe, el presidente de Colombia, ha pedido que Colombia sea admitida en el Banco del Sur, que Chávez ha creado en unión de Lula de Brasil, Kirchner de Argentina y Morales de Bolivia.
Altera a la doctora el acuerdo básico entre Alan García y Chávez para que la petrolera estatal venezolana invierta en la exploración, explotación y refinación del oro negro del Perú.
No es que los gobiernos carezcan de ideología, como livianamente sostiene García. Lo que pasa es que los acuerdos económicos exigen beneficios mutuos, y no concordancias ideológicas. Eso explica por qué Chávez vende petróleo a Estados Unidos, y éste compra los hidrocarburos de Venezuela.
La doctora Flores promete que su partido ejercerá una “oposición selectiva” frente al gobierno de García. Actitud espinosa. ¿Cómo se va a oponer a un régimen que ésta cumpliendo todas las promesas… que ella formuló en la campaña electoral?
Triste realidad de la derecha peruana, ésa que encarna y defiende a los ricos: no tiene ideas que exhibir, y las que tenía le han sido expropiadas por García y Del Castillo.
primera.

Millonaria estafa en Vía Expresa del Callao

En 30 años, tal como lo estipula el contrato, se recaudará 216 millones de dólares en Vía Expresa, en la cual se ha invertido, según especialista, entre dos y tres millones.

“El negocio es el peaje”, fue la respuesta del entonces alcalde del Callao, Alex Kouri, al ex asesor Vladimiro Montesinos, en una de las numerosas reuniones que sostuvieron en la salita del SIN, y no se equivocó, pues la Vía Expresa del Callao, concesionada a Convial Callao S.A., ha sido más que un negocio, si no veamos las cifras y también las ganancias:

Cobran S/. 1.50 por vehículo, es decir, 20 mil dólares diarios, que hace un total de 600 mil dólares mensuales, y mejor aún 7 millones 200 mil dólares al año. Llevan apenas dos años y ya han recabado alrededor de 14 millones de dólares. ¿Y cuánto deben recibir en 30 años como estipula el contrato? Pues la “simbólica” suma de 216 millones de dólares. ¿Y cuánto han invertido, según Convial? Dicen que 18 millones de dólares. ¿Y cuánto es lo que realmente se ha invertido en ese 1.8 kilómetro de pista, según los especialistas? Entre dos y tres millones de dólares “a ojo de buen cubero”, como dice el congresista Víctor Andrés García Belaunde, uno de los más férreos investigadores de este caso.

“Es la autopista más cara que se ha visto en el país y el mundo porque cada cuadra cuesta la friolera de un millón de dólares. La carretera Interoceánica que va a unir al Perú con Brasil y que se está construyendo en plena selva está costando 700 mil dólares por kilómetro”, dice el legislador.

Pero eso no es todo. Cada caseta de peaje ha costado 110 mil dólares, más caro que un departamento con vista al mar en Miraflores y ni siquiera se terminó el sector A que ya se cobra. Los sectores B y C, bien gracias, y el by pass del ­aeropuerto es otro conflicto.

La Municipalidad del Callao dice que no llegó a ningún ­acuerdo, y los del puerto aéreo dicen que no saben nada.

“¿Y cómo lo lograron? Gracias a la ayuda de Alfa Consult S.A., que le dio a Convial Callao un certificado de inversión por 18 millones de dólares. Una empresa sancionada por Ositran por falsear información, sancionada por Indecopi por usar software pirata y a la que han sacado como supervisora de las dos pistas que van a unir al Perú con el Brasil. César Peñaranda es su presidente y también es vicepresidente del Banco de Comercio y director del Indecopi. O sea que parece que tiene los favores del APRA”, apunta García Belaunde.

DATO: La Comisión de Fiscalización descubrió que el supervisor de cumplimiento de Convial, que debe fiscalizar los trabajos de dicha empresa, estaba en la planilla de Convial ganando diez mil soles mensuales. Con razón nunca vio nada. Los certificados de inversión sirvieron para conseguir dos préstamos de un banco ecuatoriano, por tres y dos millones de dólares, que se pagan puntualmente, pero con el dinero de todos los peruanos. Javier Lowry, el presidente de Convial, ha estado trabajando todo este tiempo sin visa de trabajo, lo que amerita su expulsión del Perú, pero sigue aquí.
Lina Godoy