jueves, 29 de noviembre de 2007

Lo que no se quiere oír

La encuesta de Apoyo publicada el último domingo por el diario El Comercio proporciona datos interesantes que corren el riesgo de pasar desapercibidos por no tener directa relación con los porcentajes de aprobación presidencial.
Por ejemplo, resulta significativo que, cuando a los encuestados se les pregunta qué debe cambiar de la política económica, las tres opciones más elegidas (se trata de un cuestionario cerrado) se relacionan directamente con las condiciones de vida: "El crecimiento económico debe alcanzar a los más pobres" (48%), "El Estado debe controlar más los precios" (37%) y "Se debe aumentar los sueldos y beneficios" (36%).
La respuesta que concita más acuerdo manifiesta un claro deseo de que más personas participen del pregonado crecimiento económico del país.
No es una respuesta "antisistema" ni de tono marginal. El mensaje es, en este sentido, rotundo: más gente debe sentarse a la mesa, ya que se encuentra mejor servida.
Las otras dos opciones más elegidas están ligadas a cómo los encuestados piensan que es factible alcanzar el objetivo central de vivir mejor, es decir, a las políticas: "El Estado debe controlar los precios" y "Se debe aumentar los sueldos y salarios". En ambas, el papel del Estado es clave o, al menos, importante. La primera refleja, además, que el reciente aumento de precios de algunos productos de primera necesidad se hizo sentir. La segunda lleva a colegir que para los encuestados es fundamental que el Estado y los privados paguen mejor.
La mayoría de las respuestas que siguen en el orden de preferencias -"Disminuir los impuestos" (35%), "El Estado debe realizar más obras" (32%) o "El Estado debe emplear a más trabajadores" (24%)- apuntan en la misma dirección: la gente quiere señales claras y directas de una redistribución más justa y eficiente del ingreso.
Las respuestas vinculadas a "Qué instancia del Estado le sirve más" son un golpe directo a los funcionarios del gobierno nacional, sobre todo del MEF, que tratan con soberbia a las autoridades subnacionales: la mayoría elige a la municipalidad distrital (32%); le siguen las municipalidades provinciales (20%) y los gobiernos regionales (16%). En cuarto lugar, a considerable distancia, ubican al gobierno nacional (Poder Ejecutivo), con un escaso 7%.
Las respuestas sobre el diseño futuro del poder estatal tampoco dejan dudas. Ante la pregunta "¿A qué instancia del Estado le daría más poder en el futuro?", la mayoría responde que al gobierno regional (27%), y el gobierno nacional ocupa nuevamente el cuarto lugar (10%).
A pesar de las campañas del Poder Ejecutivo por desprestigiar a los gobiernos subnacionales, para la población (incluida la limeña), el futuro rediseño del Estado los debe tener como protagonistas centrales.
S.P.
Prensa escrita.