lunes, 10 de diciembre de 2007

Medio Ambiente. No a la minería de uranio - Marco Arana.

En los últimos cinco años las concesiones mineras aumentaron más del 70% y en los medios especializados se celebra el boom de las exploraciones mineras en Perú, el cual entre el año 2005 y 2006 "registró una notable expansión" que ha tenido como a sus mayores protagonistas a las empresas canadienses las cuales suman más de 40 en todo el país. Además, varias de ellas centradas en la búsqueda de uranio, que ya encontraron en Macusani-Puno y ahora buscan en Piura, Lambayeque y Cajamarca.
Hay que decirlo claro: la minería de uranio debiera estar prohibida en el país. Es terriblemente nociva para los ecosistemas donde se practica y para las poblaciones aledañas. Y hoy solo sirve para proporcionar una parte de la energía que necesitan los países ricos y sus ejércitos. Como ha señalado Jeremy Rifkin, uno de los economistas más reconocidos en temas energéticos: "Estas tecnologías que no se encuentran en el patio de nuestra casa, sino en ciertos lugares del mundo requieren una enorme inversión militar, de capital, grandes compañías e instituciones de los gobiernos… y solo proporcionan el 5% de la energía mundial". Ocurre, sin embargo, que el uranio es bien cotizado en el mercado internacional y se prevé escasez para dentro de pocos años: "cuatro de cada nueve de las 400 centrales nucleares existentes son viejas. Y solo con las 400 existentes ya habrá déficit de uranio para 2025" (El País, 2/12/2007).Si nuestros diferentes gobiernos han demostrado que sus instituciones ambientales son inexistentes, ineficientes o corruptas, ¿cómo podemos permitir que en nombre del crecimiento económico se estén dando concesiones para que se viabilice la minería de uranio? La semana pasada, y de manera casi desapercibida una minera canadiense, la Bear Creek compró tierras en Puno; su gerente, David Lowell, es un ingeniero de minas bastante reconocido. ¿La Bear Creek llega a Puno por el uranio que demandan de manera creciente China y Rusia? Ya Vena Resources Inc. en 2005 estableció que en Puno "el uranio se ha encontrado disperso en rocas volcánicas" en más de 75 anomalías de uranio en el Sur y también existe este metal radiactivo en Bayóvar, una zona donde el Fenómeno del Niño causa desastres cíclicos, por lo que es necesario que el MEM dé explicaciones claras.
La minería de uranio que conozco la vi hace dos años en Ronneburg (Alemania), una mina que era la 3ra. productora de uranio en el mundo. Entre 1946 y 1990, más de 7 mil mineros habían muerto de cáncer al pulmón, solo un año de trabajo era necesario para adquirir la mortal enfermedad (DIEHL, Peter: 2004). Otros estudios demostraron que también era alto el riesgo de contraer cánceres en la región de la boca, la faringe y la laringe, los huesos, el hígado; y leucemia (Jacobi: 1995). Aunque ya sé que dirán que en el Perú se empleará tecnología de punta. En la mina alemana que mencioné, el gobierno alemán gastará alrededor de 15 billones de euros para limpiar. En el Perú, por prevención, debiéramos decir ¡No a la minería de uranio!