jueves, 17 de enero de 2008

Los excesos presidenciales y sus razones

El exagerado optimismo del presidente Alan García a propósito del hallazgo de dos trillones de pies cúbicos de gas natural en el Lote 57, cerca de Camisea, al asegurar que estaría garantizando la ampliación del horizonte de 20 a 40 años para el consumo interno, induce a preguntarse por las razones del desborde del jefe de Estado.
Dos profesionales que conocen sobre el tema, Carlos Herrera Descalzi -decano del Colegio de Ingenieros- y Aurelio Ochoa, se han alegrado al conocer la buena noticia, pero ambos han negado que el horizonte de garantía para el mercado local haya pasado, gracias al anuncio, de 20 a 40 años. Herrera Descalzi afirma que la confirmación del hallazgo asegura solo cinco años más de consumo de gas al mercado doméstico (Perú.21, 15-1-08); Ochoa afirma que permitiría ampliar el consumo local de gas natural, tomando en cuenta la demanda para los próximos 18 años, en "solo 6 años y no en 20, como señala García" (El Comercio, 15-1-08).
Herrera Descalzi agrega otra consideración central: "Hay que ver cuál va a ser el precio al que se venderá el combustible del Lote 57, porque dependerá del libre mercado, no como el de Camisea, que tiene un techo de valores". Dicho de otra manera: es el gas del Lote 57 el que se debe dirigir a la exportación, mientras que el de Camisea, por tener precios más bajos debido a la previa exploración y confirmación de las reservas a cargo de Shell y no de los actuales operadores, se debe consagrar al consumo interno; es decir, habría que impedir que se exporte porque, después de agotados los recursos de Camisea, habrá que pagar los altos precios del mercado internacional.
Las reservas totales aumentarían en cerca de 15% con el reciente hallazgo, por lo cual hay ciertamente que alegrarse; pero el presidente hace mal al buscar que con la feliz ampliación del horizonte de consumo -aunque no tan grande como él dice- se encubra la considerable diferencia de precio entre el gas vendido internamente a precios "especiales" (Camisea) y el que se ajustará al precio del mercado internacional (lote 57).
Según un informe de Humberto Campodónico elaborado para Desco, que toma como fuente la memoria de la minera estatal Codelco, de Chile -país al que el presidente de la República admira por su tipo de crecimiento-, esta empresa cuprífera aportó en 2006 el 21% de los tributos totales que se recaudaron en ese país: 8,200 millones de dólares (de 37,700 millones de dólares), lo que equivaldría a 50% de la recaudación peruana total de ese mismo año. El Estado, pues, por más abierto que esté a la inversión y al mercado externo, no puede ser un adalid de los intereses privados a costa de los bolsillos peruanos.